El césped artificial no es solo una solución estética: se ha convertido en un imprescindible dentro de los espacios de entrenamiento funcional. Su superficie resistente y estable permite realizar trabajos de arrastre, desplazamientos, ejercicios con trineo y circuitos sin dañar el suelo ni el equipamiento.
Gracias a su alta densidad, el césped deportivo absorbe impactos y reduce el riesgo de lesiones. Además, puede instalarse tanto en interior como en exterior, soporta el uso intensivo y necesita un mantenimiento mínimo. Su durabilidad lo convierte en una opción muy rentable para gimnasios, boxes y centros deportivos.
Si buscas un pavimento versátil, atractivo y altamente funcional, el césped artificial es una de las mejores alternativas disponibles en el mercado deportivo.